Invito a todos los que van a votar en las próximas elecciones legislativas y en las regionales de 2023 a que lo hagan con conciencia, no con hambre, ni ambición y mucho menos con apasionamiento político porque de nuestras elecciones conscientes y correctas depende mucho el nuevo rumbo de Chocó
Por: Haidy Sánchez Mattsson
La ley del “vivo vive del bobo” pareciera ser lo que más aplica en Chocó. Lo digo porque cada vez que la pequeña “elite política” y los adinerados del departamento pueden, se aprovechan de su poder, audacia para mentir y desvergonzadamente enredan lo que tengan que enredar con retórica vieja y falsa, tráfico de influencias, amiguismo, partidismo o intimidación, y logran apoderarse de todo lo que puedan. Allí entran por ejemplo los recursos del PAE, de infraestructura, de políticas de inversión social y un sinnúmero de otros dineros del erario público que engordan los bolsillos de pocos y ponen a pasar trabajo a muchos. Es decir, el bienestar de esos pocos y de los suyos va primero que el del resto de la región.
En Chocó todos sabemos que muchos de sus habitantes nacen y mueren pobres, esto no es nada nuevo, tampoco es desconocido que son generaciones enteras que no tienen cómo cambiar ni su presente ni su futuro. Es que en esta región pareciera que no hay forma de que ni las estructuras sociopolíticas, ni mentales hicieran posible un mejoramiento en la calidad de vida de muchos.
Honestamente son muchas las causas que contribuyen a este estancamiento, pero algo que es inequívoco, es que existe una pequeña elite en el departamento, que se ha encargado por décadas de mantener su maquinaria sofisticada y bien afinada para apoderarse prácticamente de todos los recursos económicos que entran a Chocó.