“Desde muy
pequeña estaba convencida que quería ser médica para estudiar moléculas para el
cáncer y siempre sentí la vocación científica. Y aunque mi papá me decía que
tenía madera para abogada, en mi casa siempre encontré el apoyo para estudiar
lo que me hiciera feliz”. Mabel Torres, Minciencias.
“Mis logros académicos han sido fruto del esfuerzo, financiados con becas y alcanzados con la dedicación porque amo lo que hago”. Mabel Torres, Minciencias.
PO: Perfil profesional y trayectoria de la doctora MABEL TORRES. ¿Quién es Mabel Torres, la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación?
MT: Siempre he dicho que nací entre el mar, el río y la selva, en uno de los lugares más bonitos de Colombia: Bahía Solano en el Chocó.
Soy la menor de siete hermanos. Mi papá fue sastre de alta costura en Cali donde tenía su taller y luego, se volvió comerciante en Bahía Solano, actividad que aún ejerce.
Mi mamá tuvo estudios en enfermería, pero no ejerció. La conexión con mis abuelas y el olor a cacao y pan son los recuerdos que siempre me acompañan.
Desde muy pequeña estaba convencida que quería ser médica para estudiar moléculas para el cáncer y siempre sentí la vocación científica. Y aunque mi papá me decía que tenía madera para abogada, en mi casa siempre encontré el apoyo para estudiar lo que me hiciera feliz, al igual que ocurrió con mis hermanos, todos profesionales.
El arte también me acompañó y me permitió salir del país por primera vez a mis 17 años. Fui bailarina de danzas folclóricas desde la escuela y luego, cuando estudié en la Universidad del Valle, logré conocer Europa con mi grupo.
Mis logros académicos han sido fruto del esfuerzo, financiados con becas y alcanzados con la dedicación porque amo lo que hago.
Soy científica y emprendedora, con más de 25 años de carrera en investigación de ciencias naturales, lo que he articulado con el desarrollo de territorios a partir de la sostenibilidad.
Soy bióloga, química y magister en Microbiología de la Universidad del Valle; magister en Innovación y Emprendimiento con doble titulación Business School OBS, de la Universidad de Barcelona; doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad de Guadalajara, con tesis laureada, y posdoctora en Bioprospección y Sistemática de Hongos de esa misma universidad.
En 2019 hice parte de la Misión Internacional de Sabios convocada por la vicepresidenta de la República, Martha Lucía Ramírez.
Soy madre de dos hijos y actualmente la primera ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación de la República de Colombia. Soy mujer, afro y científica.
“Soy científica y emprendedora, con más de 25 años de carrera en investigación de ciencias naturales, lo que he articulado con el desarrollo de territorios, a partir de la sostenibilidad”. Mabel Torres, Ministra de Ciencias.
PO: ¿Hablemos de los logros más importantes de su gestión como ministra?
MT: Son varios logros que quisiera resaltar.
Primero, poder incluir una visión distinta en los programas de formación, siendo conscientes de que necesitamos democratizar y desmitificar la ciencia. Nosotros estamos incluyendo una fase de liderazgo, otra de inspiración y la fase de entrenamiento conectándolo con proyecto de vida. ¿Por qué es importante? Porque esa era una visión que no estaba en los programas del Ministerio y esto nos permite, de alguna manera, generar mejores entornos, pero también hacer mucho más empática la ciencia y construir referentes y agentes de cambio desde la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.
El segundo logro es el tema de inclusión y enfoque diferencial, conceptos que tampoco existían para el Ministerio. Dentro de esto, nuestro primer gran logro es poder dejar un 25% de cupos para población en condiciones de discapacidad, víctimas del conflicto armado, mujeres y comunidades étnicas. Y este enfoque de inclusión y diferencial, justo lo estamos trabajando en el Conpes, en la Política Pública de Ciencia, Tecnología e Innovación, en los instrumentos y en las convocatorias.
Por otro lado, la misma construcción de la Política Pública, proceso en el que estamos, y su impacto regional, se constituye por sí misma en un logro. Conseguir que se expresen las regiones que nunca fueron escuchadas y que puedan presentar proyectos, que se vigoricen desde esta mirada del fortalecimiento de sus ecosistemas de ciencia, tecnología e innovación, ha sido un gran logro para este Ministerio. Y tengo ejemplos específicos, como los laboratorios de bioseguridad tipo 2 y tipo 3 en regiones que antes no tenían y que generan la posibilidad de investigación en salud y diagnóstico de enfermedades endémicas y tropicales como la malaria o el dengue.
Mabel Torres, con el Presidente Iván Duque, en la toma de posesión como Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, el pasado 11 de enero de 2020, en el auditorio de la Universidad Tecnológica del Chocó, en Quibdó.
Esos casos demuestran la orientación del nuevo Ministerio hacia esa construcción de la sociedad del conocimiento. Y otro de los grandes logros es hacer realidad ese sueño de Colombia de poder conectar el conocimiento con la productividad para generar bienes y servicios. Aquí ya tenemos muchos ejemplos de investigadores, creativos e innovadores que se juntaron para construir dispositivos de diferentes tipos y para escalarlos, porque tenemos un rezago en pasar de los prototipos de los laboratorios a los prototipos comerciales, y creo que este salto se dio durante el proceso de estos ocho meses, justo por la pandemia.
PO: ¿Qué experiencias personal y profesional le aportó su participación en la Misión de Sabios?
MT: Una de las experiencias personales que me dejó fue la de ampliar las redes en las relaciones en los temas de bioeconomía y tecnología, que son los temas que me apasionan, pero también una experiencia profesional que me dejó fue poder poner en la agenda los temas de región.
Uno cree que los diálogos son fáciles, pero, en realidad, cuando cada quien tiene una mirada distinta, de las cosas a veces se dificulta. Lo maravilloso fue generar consensos y también hacer negociaciones que nos permitieran, de alguna manera, influir en los temas que uno considera relevantes. En temas profesionales me aportó muchísimo la Misión de Sabios. Por un lado, fue ampliar conocimientos y mi panorama y perspectiva frente al tema en el foco que yo estaba (biotecnología y medio ambiente). Por otra parte, el reconocimiento de ser la primera ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, vino justo de la participación en las cumbres y de las reuniones con el presidente Iván Duque Márquez. Creo que nació de allí y da visibilidad al papel de la mujer de región, de las mujeres negras y científicas de este país. Creo que ahí estuvo el mayor aporte y “los regalos” de la Misión de Sabios.
Ser la primera ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, vino justo de la participación en las cumbres y de las reuniones con el presidente Iván Duque Márquez. Creo que nació de allí y da visibilidad al papel de la mujer de región, de las mujeres negras y científicas de este país. Creo que ahí estuvo el mayor aporte y “los regalos” de la Misión de Sabios. Mabel Torres, Minciencias.
PO: ¿Su trayectoria como docente en la Universidad Tecnológica del Chocó, que ha significado en su carrera profesional que la ha llevado a un elevado cargo como Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el gabinete presidencial del actual gobierno de presidente Iván Duque Márquez?
MT: Mi trayectoria como docente de la Universidad Tecnológica del Chocó me permitió conocer las realidades desde adentro. Yo estudié en una universidad pública, en la Universidad del Valle, pero son dos universidades públicas completamente distintas porque a pesar de las muchas dificultades que se tienen en las universidades públicas, y específicamente en la Universidad del Valle, teníamos muchas herramientas disponibles. En la Universidad Tecnología del Chocó esto es un poco complicado, son niveles distintos.
La Universidad Tecnológica del Chocó me permitió, primero, construir esa misión de qué era lo que yo quería hacer en la vida desde la ciencia al conocer las realidades, tanto de los estudiantes como de la región. Mabel Torres, Ministra de Ciencias.
La Universidad Tecnológica del Chocó me permitió, primero, construir esa misión de qué era lo que yo quería hacer en la vida desde la ciencia al conocer las realidades, tanto de los estudiantes como de la región, desde el punto de vista más profesional y me permitió también reconocer e implementar el conocimiento para que tenga un impacto en la transformación de la sociedad.
Lo que me impulsó fue conocer las realidades de los estudiantes. Uno a veces cree que todo el mundo está en las mismas condiciones, pero saber que hay estudiantes que sólo comen una vez al día, o que duermen en condiciones no adecuadas, o que muchos de ellos a veces no tienen para los pasajes, lo hace pensar a uno que la ciencia y la academia deben convertirse justo en ese jalonador del desarrollo de una región, y que las carreras y los programas deben estar cada vez más orientados a suplir sus necesidades. Entonces, mi visión regional viene mucho de ahí, de la docencia.
Otra cosa que me enseñó la Universidad fue a trabajar con las uñas en un mundo difícil y en una región muy compleja. Me dio la oportunidad de no ver las barreras, sino las posibilidades de poder darle solución a esos desafíos.
Cuando uno está en una Universidad privada o en una Universidad pública grande esto no es tan notorio, porque de alguna manera uno tiene los recursos. A mí me tocó buscar recursos para hacer mis propias investigaciones, pero, además, también me permitió darle visibilidad a una región que, en este aspecto, ha sido un poco invisible para el país.
Son muchos los aprendizajes desde la Universidad Tecnología del Chocó, y yo siempre digo que mi mayor agradecimiento con ellos ha sido poder desarrollar todo mi talento, aplicar todas mis habilidades, todas mis competencias y entregarle a la región, porque donde hay más necesidad, hay mucha más posibilidad de crecimiento y aprendizaje. Justamente desde ahí también viene mi teoría que hay que construir de abajo hacia arriba y es una cosa que estoy aplicando en el Ministerio. Básicamente han sido muchas enseñanzas desde las carencias.
“Otra cosa que me enseñó la Universidad fue a trabajar con las uñas en un mundo difícil y en una región muy compleja. Me dio la oportunidad de no ver las barreras, sino las posibilidades de poder darle solución a esos desafíos”. Mabel Torres, Minciencias. . |
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